Ignacio Pellizzón
Cuando lo peor de la segunda ola de covid-19 parece estar finalizando, acecha una tercera con la variante Delta. Pese a esto, algunos clubes de Rosario, que lograron resistir los embates del coronavirus durante dos inviernos muy crudos, asoman un horizonte próspero. Señalan que, de a poco, están recuperándose e, inclusive, ya piensan en cómo les irá en el verano.
Este nuevo escenario que se les presenta nada tiene que ver con lo que venían viviendo en los últimos meses. La pandemia golpeó a muchos rubros e instituciones, pero los clubes fueron uno de los sectores más golpeados, sobre todo por el distanciamiento social.
Si bien desde el año pasado comenzaron a implementar diversas medidas sanitarias para poder volver al ruedo, las contantes escaladas de contagios y el temor a que sean un foco de contagios, provocaron que muchos optaran por mantenerse cerrado y así evitar gastos corrientes que no podían afrontar.
Ahora, con un panorama muy diferente y con nuevas flexibilizaciones, los clubes de la ciudad muestran otra cara o, por lo menos, algunos de sus titulares como es el caso de Sol Nieto, presidenta de Atalaya, un club de que se ubica en el corazón del barrio República de la Sexta.
Para la referente se encuentran atravesando un buen momento “dentro de lo que implica el contexto”. “Esto de que se hayan liberado un poco las restricciones genera mucho movimiento, con los protocolos, con burbujas”, señaló a Mirador Provincial.
Entendiendo que estas medidas vienen dando buenos resultados, en Atalaya planea seguir sosteniéndolas pese a que no sean obligatorias. “Tratamos de cuidarnos en este aspecto y evitar cualquier foco de contagio”, aseveró Nieto.
Entre las novedades que disfruta el club, la reapertura de la pileta es la mejor noticia de todas. “La pileta genera un movimiento muy importante en la institución”, dijo. El resto de las disciplinas tracciona socios, pero no como la pileta, “es algo diferente”.
Para el verano todavía restan algunos meses por delante, pero Sol Nieto admitió que ya están pensando en cómo van a trabajar. “Creemos que será similar a lo que fue al anterior”, con lo cual podría ser una buena noticia.
También, dentro de poco comienzan las competencias en Atalaya, lo que invocará a socios y no socios. “Esperamos poder seguir así, con cierta incertidumbre sobre el futuro, pero que la remontada se pueda seguir sosteniendo”, puntualizó.
En Atalaya no hubo “muchas bajas de socios”. De hecho, paradójicamente, “se han hecho muchos nuevos, porque creo que hay una necesidad de encontrar un espacio al aire libre para poder salir después de tanto encierro”. Actualmente la institución cuenta con 900 socios y la cuota societaria cuesta 500 pesos mensuales.
Un club de los denominados “grandes” que hay en Rosario y que también está viendo salir el sol es el Club Atlético Provincial. El hecho de ser una institución tan importante también conllevó a que en pandemia atravesara una situación más compleja que la de espacios más pequeños.
Sin embargo, según conto su presidente, Sebastián Franco a Mirador Provincial se está dando una “vuelta gradual”. “Las disciplinas están casi todas en funcionamiento y el fin de semana retorna el torneo interno de fútbol junto con todas las demás competencias”.
Se trata de una buena noticia para Provincial que, de a poco, va volviendo a una nueva “normalidad”. “Sinceramente estamos en una situación expectante, recuperándonos, pero sin apresurarnos por lo que pueda suceder en el futuro”.
A medida que se van incorporando más actividades por fuera de las restricciones que ya en lo que refiere a clubes “no son tantas”, el socio “va volviendo” y el que había dejado de serlo “se puso averiguar para reincorporarse”, destacó Franco.
“Estamos esperanzados, estamos contentos con este momento y ojalá podamos revertir un poco la situación a niveles pre pandemia que nos encontraba bien”, concluyó el presidente del Club Atlético Provincial.
