Hagar Blau Makaroff


Rosario dijo presente en la serie de marchas del 8M en las ciudades de todo el mundo. En este caso con la proclama de la Asamblea Feminista de Rosario de “igual salario por igual trabajo, cupo e inclusión laboral trans, reconocimiento económico al trabajo comunitario, reconocimiento para los trabajos de cuidado, reforma judicial con perspectiva de género e implementación real de la ESI y la Ley Micaela, y declaración de emergencia nacional en violencia de género”, ya que en los primeros dos meses del año murió una mujer cada 32 horas en el país por ese flagelo.

Desde media tarde se vio a las adolescentes pintadas con brillantina, pero también mujeres jóvenes y mayores, algunas con sus hijas, otras muchas llevaron sus bebés en cochecitos, y coparon las calles rosarinas bajo consignas que denunciaron la violencia machista, pero donde también pidieron por investigación y el no pago a la deuda con el FMI. “Basta de ajuste, mayor presupuesto para erradicar la violencia. Ni una menos”, se escuchó en la proclama leída en el parque a la Bandera en el cierre del acto.

La convocatoria comenzó a las 17 en la plaza San Martín, donde las columnas de sindicatos, partidos y agrupaciones sociales se movilizaron hacia el Monumento a través de calle San Lorenzo. Luego, en el parque que une la ciudad con el río, se realizó una feria y un festival cultural con la conducción de Rubí del Mar e Irma López, la participación de “Lo que dijo la niña”, Gaby Segovia y su banda “Indie Rock”. Hubo música electrónica y show de “Fieras samba reggae” para finalmente hacer la lectura de la proclama.

Gracias a una ordenanza aplicada desde hace años, promovida por la ex concejala Celeste Lepratti, el Municipio dispuso la gratuidad del transporte urbano para mujeres y disidencias desde las 15 para que todas puedan acercarse en su día.
La proclama de los reclamos confeccionada por las cientos de las organizaciones de la Asamblea Feminista se leyó en el atardecer rosarino, mientras las y los manifestantes iban llegando al Monumento.

“Estos años de pandemia fueron muy duros, la crisis sanitaria se enlazó con una profunda crisis económica y se precarizaron nuestras vidas. Se recargaron las tareas de cuidados que siguen recayendo sobre nuestros cuerpos. Estuvimos y estamos en la primera línea en el sistema de salud, las tareas de promoción comunitaria, sosteniendo las ollas populares, prevención y abordaje de violencias, en tareas de prevención sanitaria y de cuidado ambiental”, apuntaron.

Esta colectiva que representa a mujeres, lesbianas, travestis, trans, identidades no binarias, bisexuales, indígenas, trabajadoras sexuales, originarias, afro, infancias y personas con discapacidad, reclamó fuertemente: “Capacitación en Ley Micaela en sindicatos públicos y privados. Cumplimiento del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo contra el acoso laboral y despenalización del trabajo sexual. Modificación de la ley anti-trata, derechos laborales y sociales para las y los trabajadores sexuales”.

Tras el caso de la joven violada en Palermo hace 10 días

Nazarena Galantini, de la Campaña por la Emergencia en Violencia de Género, en la previa a la masiva movilización, aseguró que "la violación grupal en Palermo no nos tiene que sorprender porque a eso estamos expuestas constantemente las mujeres y disidencias”. Sin embargo destacó “que hoy se haga visible y genere un repudio masivo es fundamental porque marca un cambio de conciencia en la sociedad pero también marca esta suerte de complicidad entre varones, reforzado por las instituciones y el propio Estado cuando falla al tomar las denuncias por violencia de género”.

Los números de la violencia de género y el origen de Ni Una Menos

Justamente la variedad de reclamos de la proclama de este 8M se relacionan con los asuntos que envuelve la violencia de género, y de todos los grados que existen entre la psicológica, económica, el acoso laboral, la situación más preocupante es que se siguen muriendo mujeres en el país por este flagelo, casi en todos los casos, víctimas de parejas violentas.

Es por las que murieron que justamente comenzó la ola feminista “Ni Una Menos”. Fue en 2015, tras la muerte de la adolescente rufinense Chiara Paez, embarazada, asesinada y escondido su cuerpo en un patio a manos de quien era su novio, Manuel Mansilla. Justamente sobre este caso hace un mes el joven resultó liberado por la justicia.

No existe todavía en el país, a pesar de que era un proyecto desde antes de la existencia del Ministerio de las Mujeres de la Nación, un relevamiento oficial de los femicidios de todas las provincias, y es por eso que son varios los observatorios sociales los que relevan, a partir de las noticias, las muertes de cada año.

Un total de 43 femicidios se registraron en los primeros 58 días del año en Argentina, según algunos observatorios no oficiales, lo que promedia que continúa habiendo un crimen cada 32 horas. El relevamiento de estos femicidios conlleva que 52 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin su madre entre enero y febrero pasado.

La provincia de Santa Fe se encuentra en segundo lugar del país en el ranking de femicidios, compartiendo podio con San Luis y Santiago del Estero: cinco femicidios en apenas dos meses en las tres provincias que están detrás de Buenos Aires. De los dos travesticidios contabilizados, uno es el caso de la ciudad de Santa Fe: Aldana Lorenz murió el lunes 3 de enero en el hospital Cullen de Santa Fe luego de estar internada durante diez días producto de una feroz golpiza en su cabeza.