Entre la improvisación y la experimentación con sintetizadores, percusiones y cantos al aire, el artista multidisciplinar Ivo Ferrer ha ido construyendo un magnético universo sonoro que transita de manera natural entre la canción de autor, la electrónica y la psicodelia latinoamericana. Esta estética -colorida y envuelta por un halo místico, casi ritualístico- explota en Las flores y los frutos, el primer larga duración de un músico que promueve en equilibrio y con creatividad dos delicados y esenciales actos: el de contemplar y el de ejercer movimiento.

Con un adelanto liberado (“Regar”), el fundador del archivo audiovisual Musiquita en la Cocina y ex líder de la banda Lxs Tremendxs ha dejado en claro su interés por explorar nuevas atmósferas, por ahondar en la poesía de la naturaleza a través de la música, el sonido, el ritmo. En esta búsqueda fue clave la incorporación del pad electrónico Nord3p, instrumento con el que Ivo encontró la posibilidad de hacer melodías desde lo rítmico y darle un nuevo carácter a las composiciones que gozan de letras sencillas, pero poderosas y evocativas, sugerentes. Así, los climas que se apoderan de Las flores y los frutos son cálidos y bailables.

Parte de la experimentación y el juego que Ivo Ferrer llevó adelante junto a Nico Pestarino y Tuki Arce, sumado a tocar con Nico Soares Netto, Julián Mourin, Ignus, Ale Sosa, y el conocer y compartir música con Alejandro Sordi, Bonomo, Franco Melocactus, Benito Malacalza, Lionel Demian Celaya y Julián Herreros Rivera, llevó al compositor a entender con profundidad a cada canción y sus necesidades, su espíritu.

En conversación con Mirador Provincial el compositor nos habla de su nueva producción discográfica, “Las flores y los frutos” y transita por el baúl de los recuerdos de sus comienzos artísticos.

-¿Qué pretendés con la música?
-La verdad es que lo que más me gusta de la música es habitarla y compartirla. Me encanta componer, grabar, tocar con gente, compartir el tocar en vivo. Me gusta encontrar en la música sensaciones de libertad. Siento que la música es un poco un portal para un poco viajar por otras dimensiones y un poco también desaparecer y hacer desaparecer los pensamientos: meditar. Pretendo seguir haciendo música y cada vez disfrutarla más y cada vez poder generar más espacios de disfrute. Ahora estoy muy copado con generar música bailable, pero estoy abierto y atento a mis ganas que, siendo de géminis, son muy mutables. Me encantaría empezar a viajar cada vez más compartiendo mi música y llegar a lugares en que haya gente dándole la bienvenida.

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-¿Cómo llega a vos el interés por la música?
-Mi interés por la música se inicia desde la panza. Mi padre y mi madre hacen música. Mientras estaba en la panza cuenta mi madre que ya reaccionaba -a las patadas- a ciertos pasajes de óperas. Mis abuelos también hacían música. De chico era de ir a escuchar a mi padre tocar sinfónico y tango, y de ir a ver a mi madre cantar en coros. Mi abuelo, cuando era chico, me enseñó unos primeros toques de bombo legüero. En los autos siempre sonaban cassettes, en casa siempre había algún equipo con música sonando. En la adolescencia empecé a tener mis propios gustos musicales, independizándome de lo que sonaba en casa. Me empezó a gustar el punk, el hardcore, y sobre todo me gustaba mucho escuchar música que después podía escuchar en vivo. En esos tiempos empecé a estudiar la batería, a tocar en distintos grupos, a indagar en bandas poco conocidas, a enorgullecerme por “descubrirlas” y a ir a ver bandas chicas a cualquier antro. Pasados los tiempos de batería y música ruidosa, en unas vacaciones un amigo me enseñó unos acordes de guitarra, sentí la necesidad de hacer canciones y empecé a componer.

-¿Quiénes fueron aquellos músicos que te influenciaron?
-Y, músicos que me influenciaron y me influencian: por un lado mi familia (madre, padre, hermana, abuelos, tias), que siempre fue y es muy musical. Y después siento que me influencia y tiene que ver conmigo mucha música. Soy muy de indagar, de ir a buscar música, de curiosear, de preguntar qué es lo que está sonando cuando algo me llama la atención.

-Contanos de tu reciente disco, "Las flores y los frutos", ¿cómo se dio las raíces del mismo?
-"Las flores y los frutos" es un disco muy rítmico. Nace del juego con un instrumento nuevo (Nord3p), un sintetizador que se toca con palos, que me unió dos mundos: el rítmico, que sobre todo de chico estudié mucho, con notas. Eso más juntarme a tocar e improvisar con amigxs, más un momento muy de experimentar libertad en la voz y usarla no sólo para cantar palabras, más el irme metiendo con instrumentos electrónicos y agregándole una pisca de psicodelia y de atención a músicas latinoamericanas y africanas, dieron por resultado este disco, que la verdad es que me gusta mucho je.

-¿Qué sentimientos aparecen en el proceso compositivo de las letras?
-Las letras del disco están atravesadas por sentires. Siento que van a lugares comunes (que tenemos en común) y que a la vez tienen particularidades. Pero buscan más lo general para que cada quien la interprete a su manera. Los sentires que aparecen son sentires que me fueron inspirando; algunos son sentires propios, otros son sentires de gente cercana en los que me hice piel.

-¿Cómo definirías o describirías tu carretera en la música?
-Mi camino en la música es un camino por el que voy atravesando muy diversos paisajes y climas. Como todo camino, es de contemplar, y es también de avanzar accionando pues el camino, como dice una canción, se hace al andar. Me gusta andar probando, cambiando. Muchos años estuve tocando ritmos en proyectos de canciones de otrxs, función en la que aprendí un montón. Hoy estoy concentrado en mis composiciones, y particularmente estoy en un momento de querer seguir un poco ampliando el mundo de “Las flores y los frutos” antes de pasar a nuevos paisajes sonoros. Ando de hecho ya componiendo algunas cosas nuevas.

-¿Qué cambios hubo artísticamente en vos desde que comenzaste hasta el presente?
-Artísticamente fui cambiando mucho siempre y naturalmente, como siento que es natural que cambiemos todxs. Y siento necesario, al menos en mí, ir experimentando distintas funciones y formas. A la vez siento que ese cambiar es un constante. Como decía antes, de hecho, hoy por hoy es un ejercicio para mí el querer seguir un poco línea de LFyLF antes de cambiar. Llevo 10 años tocando mis canciones. Tuve momentos más histriónicos en el escenario, momentos de querer romper lo escénico, con la pandemia me apareció una psicodelia más introspectiva, en los años en que tocábamos mis canciones con Lxs Tremendxs era parte de una fuerza colectiva muy fuerte; ahora estoy más en proponer música habitable, que invite al movimiento, y un poco siento que cuando las condiciones se dan, un poco desaparezco también de ahí, me vuelvo parte del todo y eso me encanta. Siento que en cada momento igual fui buscando el disfrute. En la repetición a veces creo que uno puede tener tiempo de repensar las formas y eso puede llevar a incomodidades que pueden llevar a nuevos lugares.

-¿Se podría decir que tu identidad radica en lo ritual y místico?
-Soy un poco reacio a definirme je, pero sin dudas lo ritual y lo místico me interpela y es parte de mí (creo que en general de toda la humanidad en cierto punto). Me gusta conectar con eso para el crear y me parece un lugar super vital de habitar, y lo siento a la vez, salvo cuando entramos en modo automático, muy parte del cotidiano vital.

-En este ecosistema cultural, ¿Cómo ves la movida cultural en el ámbito independiente?
-Siento que somos un montón haciendo y diciendo y generando. Siento cada cual intenta sumar granos de arena para que ese ecosistema sea cada vez más rico. Siento que nos vamos conociendo y encontrando e intercambiando. A veces es complejo el hecho de que las movidas pequeñas son muchas veces económicamente difíciles de sostener, pero creo que también somos muchxs lxs que estamos con mucho entusiasmo haciendo y generando.

-¿En qué proyectos estás actualmente?
-Ahora estoy muy en modo composición por un par de semanas, y luego volveré a los ensayos para durante 2023 presentarme por distintos lugares. Estoy con muchas ganas de tocar por distintos lados. También eso, ahora componiendo y viendo de en unos meses ya estar compartiendo música nueva, videos nuevos, haciendo equipo para sumar arte y energías. Me encantaría este año poder hacer también composiciones conjuntas (como excusa también para compartir). Ojalá nos estemos viendo y gracias por este espacio, el interés y la onda.