Literatura y cine

El legado del multifacético intelectual Alcides Greca

El santafesino Alcides Greca (San Javier, 1889 - Rosario, 1956) fue escritor, periodista, abogado, político, profesor universitario y cineasta. En 1917 dirigió la película El último malón. Publicó numerosas obras sobre urbanismo y sobre temas relativos a la cuestión universitaria, entre otros, además de literarias, entre las que destaca la novela Viento norte (1927).

18-07-2023 | 10:49 |

Greca tuvo activa participación en la vida pública de su época.
Foto:Gentileza.

Alcides Greca nació en 1889 en San Javier y murió en Rosario en 1956, y tuvo activa participación en la vida pública de su época ya que fue abogado, periodista, cineasta, docente, escritor y político. Este intelectual multifacético dirigió la película El último malón en 1917, además de realizar publicaciones en las que desarrolló sus inquietudes sobre urbanismo, derecho y política; entre sus obras literarias se destacan Viento norte, de 1927, y Pampa gringa, de 1936.

Actuación política y periodismo
Greca fue diputado nacional por la provincia por la UNR en dos oportunidades consecutivas: de 1926 a 1930 y de 1930 a 1934 (no pudo terminar el segundo período por el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen). También fue electo diputado de la provincia de Santa Fe (en 1912 y 1916) y senador provincial (en 1920); fue convencional constituyente para la reforma de la Constitución santafesina de 1921.

Fue docente en la Universidad Nacional del Litoral, partidario de la Reforma Universitaria y periodista de los diarios La Palabra, de Santa Fe, y La Capital, de Rosario, entre otros. En diciembre de 1933 fue detenido por motivos políticos y trasladado a la Isla Martín García junto a otros militantes radicales.



Publicaciones
En San Javier, lugar donde nació, Greca recibió su primera educación, cursó luego sus estudios secundarios en Santa Fe y, más adelante, estudió Derecho en La Plata. En cuanto a su actividad como periodista, fundó el periódico El Mocoví en San Javier; en los años posteriores fundaría otros como La Pura Verdad, El Paladín del Norte y La Palabra (estos dos últimos, en Santa Fe), en 1912, 1914 y 1915 respectivamente. Colaboró, además, con el diario La Capital de Rosario y con la revista de Ciencias Jurídicas y Sociales de UNL.

En literatura, en las primeras décadas del siglo publicó su primer libro, Palabras de pelea (1909). Más tarde, Sinfonía del cielo (1910), una serie de himnos en prosa, y Lágrimas negras, definida como “una historia de locura y dolor” (1910). En 1915 se dieron a conocer los libros Laureles del pantano y El Evangelio rebelde.

Más adelante, en 1927, publicó la novela Viento Norte, que obtuvo gran reconocimiento. En 1929 apareció La Torre de los Ingleses, que incluye crónicas de viajes realizados en el año 1923, y en 1932 se dio a conocer Cuentos del Comité. Tras su encarcelamiento por motivos políticos, escribió Tras el alambrado de Martín García. En Chile, Greca publicó La Pampa Gringa (1936) y, ya en Santa Fe, Tragedia espiritual de los argentinos que hoy tienen 20 años, con edición de la UNL.

Completan su obra títulos que abordan temáticas como Problemas del Urbanismo en la República Argentina, El régimen de los servicios públicos en la ley orgánica municipal, El privilegio de los contratos públicos, El sistema de la economía mixta en la realización de los servicios públicos y Una nueva capital para la Nación Argentina, este último publicado en 1950, entre otros libros que refieren a problemáticas diversas.

El cine: El último malón

Además de la trayectoria literaria, docente y periodística, y de su hacer político, Greca tuvo una pionera incursión en el cine. En 1917 dirigió sobre su propio guion la película El último malón, realizada en San Javier por Greca Film Empresa Cinematográfica Argentina y considerada el primer largometraje argentino en 35 milímetros que se filma en el interior del país. En el filme se recrea la última rebelión indígena acaecida en territorio santafesino y se basa en los hechos sucedidos en abril de 1904, hito dentro de la historia provincial, que se vincula con la problemática del sometimiento de las comunidades indígenas y la expropiación de sus tierras.

El cacique mocoví Mariano López participó del filme junto a lugareños que ocuparon el rol de actores. ​El último malón se estrenó en abril de 1918 en el Palace Theatre de Rosario y en julio de 1918 en el Smart Palace de Buenos Aires. El crítico de cine Jorge Miguel Couselo señala sobre la película que “en su paso original (35 mm) es de abundante hora y media, lo que no era frecuente en 1917. Pero esa extensión facilitó a Greca un amplio marco, un desarrollo minucioso y vasto, la entonces rara conciliación del muestrario documental, la acción histórica y la narración ligeramente novelada o ficticia. La referencia argumental siguiendo paso a paso el prólogo, seis actos y un epílogo, se hace inexcusable para abarcar el contenido de la película y sus implicancias crítico-históricas”. Y agrega: "Greca describió la vida de los mocovíes, desde las fiestas patronales con sus danzas tradicionales, la orquesta de instrumentos rústicos y el asado de yegua, hasta búsquedas de sustento que incluyen la caza de yacarés. Una escueta trama novelesca, sobre un viejo cacique, su joven concubina y su hermano bastardo, que está enamorado de la chica y resiste someterse al mandato de un misionero franciscano en la reducción de San Javier, enlaza la multitud de notas documentales".

El último malón fue rescatado del olvido en 1956 por Fernando Birri y la Escuela Documental de Santa Fe, con la exhibición de una copia original de 35mm., proporcionada por la familia de Alcides Greca tras su fallecimiento. En 1968 el Cineclub Rosario gestionó una reducción a 16mm. que fue realizada por el técnico Fernando Vigévano. Dado que la copia en 35mm. hoy se considera perdida, la versión que se exhibe se realizó a partir de la reducción a 16mm., conservada por el Museo del Cine.

Legado

El legado de Greca parte de su prolífico accionar como hombre de letras, cineasta, hombre de estudio y militante político. Como ejemplos dentro del campo cultural, y específicamente en cuanto a su aporte al cine nacional, el crítico Fernando Martin Peña afirma en relación con El último malón: “Cuatro años antes de que Robert Flaherty estrenara Nanook el esquimal, el escritor Alcides Greca realizó en Santa Fe esta experiencia que no sólo anticipa el cine antropológico sino que borra tempranamente las fronteras entre documental y ficción. Una primera parte describe la situación de miseria a la que han sido reducidos los mocovíes en el norte santafesino. La segunda parte reconstruye, en parte con sus protagonistas, el ataque al pueblo de San Javier que los mocovíes lanzaron en 1904”.

Por otra parte, en relación con lo literario, el Premio provincial de Narrativa que cada tres años otorga Cultura de Santa Fe (el premio trienal está integrado además por el Premio de Poesía José Pedroni y el de Ensayo Juan Álvarez) es uno de los más importantes de la provincia y lleva a modo de homenaje el nombre de Alcides Greca.


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