La Sociedad Rural del Victoria emitió un comunicado donde aclara que no comparten la medida establecida por la ordenanza N° 2.185 del Municipio que establece a la zona de islas del departamento como “área natural protegida”, bajo la denominación “Reserva de Usos Múltiples Humedales e islas de Victoria”.

Mediante un comunicado, un sector de ruralistas victorienses aclararon que “queremos desmentir enfáticamente dichos trascendidos que circularon respecto a nuestro apoyo. No sólo no hemos adherido al texto, sino que tampoco hemos participado de la reunión”.

“Nuestro compromiso con el cuidado del ambiente es indeclinable. No obstante, ya se ha manifestado tanto ante la Secretaría de Ambiente como en los distintos espacios donde se debatió el contenido de este plan su oposición a normas que responden a una posición ideológica restrictiva y, paradójicamente, no aseguran un cuidado mayor del ambiente, atentan contra el arraigo y la producción sustentable en las Islas del Departamento”, afirmaron desde la entidad.

En contraste, el escrito recuerda que “el Plan Integral Estratégico para el Aprovechamiento Sustentable del Delta del Paraná marcó los lineamientos con los que la Sociedad Rural de Victoria acuerda totalmente. Allí se estipulan las recomendaciones a tener en cuenta para un aprovechamiento sustentable en sus tres ejes programáticos: el social, el económico y el ambiental”.

LA ORDENANZA

La Reserva de Usos Múltiples Humedales e islas de Victoria fue designada como área natural protegida por la ordenanza N° 2.185 del Municipio de Victoria y por la ley N° 10.671 de la provincia de Entre Ríos.

Comprende un conjunto de paisajes de humedales intrínsecamente valiosos que sostienen el proceso de la vida de diversas maneras. Este extenso territorio de humedales es el hogar de cientos de personas y de cientos de especies animales y vegetales. Diverso, complejo, dinámico y también vulnerable, es parte de una región del país con un gran desarrollo productivo y económico donde hasta ahora no se ha prestado suficiente atención a la conservación de los ambientes naturales que hacen posible ese desarrollo.

Un territorio que, además, fue afectado profundamente por una bajante y sequía extremas entre 2020 y 2022, escenario propicio para incendios inmensos que ocasionaron impactos en la salud de las personas y de los ecosistemas.