En el centro santafesino los rindes no son malos, pero hubieran sido mucho mayores si los cultivos no hubieran padecido la ola de calor de fines de enero y principios de febrero. Además de restar kilos, generó mucho grano verde. Ahora, en plena trilla, las persistentes lluvias también restan calidad a los granos. “Hay muchas sojas que están viniendo con defectos”, dijeron desde el Laboratorio de la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.